El duelo nos recuerda que el amor nunca muere, solo se transforma.

En medio de la pérdida y el duelo, nos encontramos enfrentando un torrente de emociones abrumadoras. Pero en el corazón de esta experiencia, descubrimos un profundo recordatorio: el amor nunca muere, solo se transforma.

A medida que honramos los recuerdos de aquellos que ya no están físicamente con nosotros, nos damos cuenta de que el vínculo emocional que compartimos con ellos es eterno y trasciende las fronteras del tiempo y el espacio.

El duelo me invito a reflexionar sobre los momentos compartidos con mis seres queridos. A medida que navegue por la tormenta del dolor, fueron apareciendo recuerdos vívidos y experiencias compartidas que se volvieron tesoros preciosos. Estos recuerdos se convirtieron en la base del amor que persiste en mi corazón y me permitieron mantener una conexión emocional con mis seres queridos que ya no estaban.

Mi proceso de duelo me enseño que el amor tiene el poder de transformar nuestra perspectiva sobre la vida y la muerte. Aunque la pérdida me causo un profundo dolor, el amor fue el que me impulso encontrar fuerza en mi vulnerabilidad y me permitió sentir.

A través del amor, descubrí la capacidad de encontrar un significado renovado en mi existencia. Comparto contigo algunas de las cosas que hice para transformar mi duelo en amor.

-Me permití sentir: Acepté y valoré todas mis emociones que surgieron durante el duelo ya que son una parte natural del proceso. No me reprimí, ni juzgué mis sentimientos, permití sentirlos y exprésalos de manera saludable, no me quede en esa emoción de tristeza, use mi estrategia de bolsillo y volví a mi casa emocional.

-Honré y honro los recuerdos: Celebré y celebro su vida y el impacto que tuvieron en la mía. Remembré los momentum que vivimos en felicidad y paso a paso fui llenándome de más amor.

-Busqué apoyo emocional: En amigos, familiares, Coach. Mis estrategias CRPeanas fueron mis mejores aliadas, entendí que el dolor podía transformarlo en amor y me dediqué a crear mi historia desde la Felicidad, Abundancia y Facilidad.

-Práctico la gratitud: En todos mis momentos agradezco las experiencias compartidas y el amor que recibí de las personas que en mi vida han partido. La gratitud me ayudo a centrarme en mi Ser y enriquecer mi espíritu, mis seres queridos ocupan un lugar muy especial en mi jardín personal.

Acepté la transformación: Reconocí que el duelo puede cambiar tu perspectiva sobre la vida y las relaciones.

A través de mi experiencia, encontré fuerza y sabiduría en mi transformación emocional y mi conexión con la fuente se hizo y se hace cada día más fuerte.

Lo importante es saber quién eres, tener claro tu propósito de vida y no olvidar que el amor nunca muere, solo se transforma.

El amor es el hilo invisible que une corazones en todas partes.

Con amor Trainer

@maritzaanzola